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El material más común para mamaderas y chupetes es el plástico. Es liviano, duradero y económico, pero debe ser libre de BPA y otros químicos dañinos. También se utilizan mamaderas de vidrio, que son seguras y fáciles de limpiar, pero más pesadas. Las tetinas de silicona son suaves y duraderas, ideales para chupetes. Elegir depende de preferencias y necesidades.

El flujo lento es ideal para recién nacidos y bebés más pequeños, ya que permite un flujo controlado de leche, evitando que el bebé trague demasiado rápido. El medio es adecuado para bebés un poco más grandes y activos. El flujo rápido es para bebés más grandes y con más experiencia en la alimentación.

Tener de 4 a 6 mamaderas y chupetes como reserva suele ser suficiente para la mayoría de los bebés. Esto te proporcionará suficientes repuestos para no estar constantemente lavando y esterilizando. Sin embargo, la cantidad exacta puede variar según las necesidades de tu bebé y tu preferencia personal.

El uso del chupete en bebés y niños pequeños generalmente no causa problemas dentales significativos siempre y cuando se utilice de manera adecuada y se retire a una edad apropiada. Es importante seguir las recomendaciones del pediatra o dentista del niño y supervisar su uso para asegurarse de que no haya un impacto negativo en la dentadura.

Para esterilizar adecuadamente mamaderas y chupetes, hierve en agua durante 5 minutos, usa esterilizadores de vapor eléctricos/microondas, o productos químicos desinfectantes. Lava bien antes de esterilizar y asegúrate de que estén secos antes de usarlos. La frecuencia depende de la edad del bebé y las recomendaciones médicas.