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La principal diferencia entre un termotanque y un calefón radica en la manera en que ambos calientan y suministran el agua caliente. Un calefón a gas calienta el agua con un quemador a medida que se utiliza mientras que un termotanque tiene un tanque de diferentes capacidades en la que calienta y mantiene el agua constantemente.
La capacidad de un termotanque puede variar y va, aproximadamente, desde los 30 litros hasta los 150. La capacidad necesaria va a depender de la cantidad de personas que lo vayan a utilizar diariamente. Hay que tener en cuenta que se calculan aproximadamente 50 litros para 3 personas; 75 litros, de 3 a 5 personas; y 120, de 5 a 7 personas.
Los termotanques eléctricos, a diferencia de los equipos a gas que calientan el agua a través de un quemador y generan gases tóxicos, producen calor a través de una resistencia eléctrica hasta que se alcanza la temperatura deseada. Luego, el aislamiento del tanque se encarga de que no se enfríe demasiado rápido.
Los termotanques eléctricos funcionan exactamente igual que los termotanques a gas, la única diferencia se encuentra en el método de calentamiento del agua. Mientras los termotanques tradicionales utilizan gas como combustible para las llamas del quemador, los eléctricos funcionan con una resistencia eléctrica de alto rendimiento que permite calentar el agua. La mayor ventaja de estos equipos es que pueden instalarse en todo tipo de ambientes sin importar qué tipo de ventilación tengan.
El tipo de montaje y conexión de un termotanque se refiere a cómo va a instalarse el aparato y por dónde va a ingresar el agua. Por ello, antes de elegir un modelo, hay que tener en cuenta estos aspectos. Existen dos montajes: de pie o de colgar. Y dos conexiones: superior o inferior.