Lo principal de un teléfono es su procesador, memoria interna, memoria RAM, pantalla y cámara de fotos. Una buena combinación de estos elementos puede llevarnos a nuestro teléfono ideal. A veces se puede apostar a un gran procesador y ahorrar en el tamaño de pantalla, o elegir un celular con gran capacidad de almacenamiento pero memoria RAM moderada.

Un smartphone con 1 GB de memoria RAM será más lento que uno con 4 GB. Cuanta más memoria RAM tenga un dispositivo, mayor será su capacidad para administrar distinto tipo de aplicaciones al mismo tiempo sin perder su eficiencia.

Un celular que tenga poca capacidad en la memoria interna eventualmente va a tener problemas para descargar nuevas Apps o tomar nuevas fotos. Constantemente va a tener que ir “vaciándose” su memoria para almacenar nuevos datos. La memoria interna de un teléfono es la capacidad que tiene para almacenar datos.

Los celulares actuales ofrecen entre 5,5 a 7 pulgadas en su mayoría. Cuanto más grande sea la pantalla más visibilidad tendremos. A la vez, el teléfono será de mayor tamaño y peso. También hay que tener en cuenta la resolución que ofrece el dispositivo.

Antes de elegir un celular en particular es muy importante revisar qué sistema de cámaras trae. La cámara del teléfono reemplazó finalmente, en la mayoría de los casos, a las cámaras compactas digitales. Por ello es indispensable pensar en adquirir un smartphone con una buena cámara que nos acompañe en los eventos importantes de la vida.