Podemos encontrar 3 tipos de aspiradoras: de arrastre, de mano y robot. Las primeras son las más conocidas y tradicionales. Suelen tener la mayor potencia. Las de mano son más pequeñas y ofrecen menos potencia pero mayor portabilidad. Y las aspiradoras robot son las más modernas y realizan el trabajo de forma autónoma y, en algunos casos, sin supervisión.

Esta característica es extremadamente funcional en algunos casos. Por ejemplo si necesitamos aspirar una habitación muy grande y la toma corriente está en un extremo, el hecho de que la aspiradora sea inalámbrica será ideal. De esta manera no vamos a tener que lidiar con extensiones de cable.

Las aspiradoras cuentan con 2 tipos de colectores: con bolsa y sin bolsa. La aspiradora de bolsa es la más tradicional y lleva, como su nombre lo indica, una bolsa donde se guarda el polvo. Cuando está llena hay que vaciarla para seguir utilizando el electrodoméstico. Por otro lado, las sin bolsa cuentan con un depósito plástico lavable y son un poco más fáciles de limpiar.

La potencia de aspiración que tienen las aspiradoras se mide en watts y puede variar entre los 500 y los 2000 watts para los modelos domésticos. Cuantos más watts tenga una aspiradora mayor será su capacidad de limpieza.

Otro punto muy importante a la hora de elegir una aspiradora es saber, por ejemplo, qué accesorios trae el aparato. Una buena cantidad de accesorios nos va a permitir realizar más tareas de aseo y de manera más eficiente. Pico angosto, cepillo, pico ancho, son algunos de los accesorios más importantes en este tipo de electrodomésticos.