Los soportes de TV tienen un rango de tamaño bastante adaptable. Solo debes tener en cuenta el tamaño en pulgadas de tu TV. Por ejemplo, si tienes un TV de 50 pulgadas deberás elegir un soporte con un rango de 26 a 55 pulgadas o de 37 a 70. Por otro lado, debes tener en cuenta el peso, siempre será conveniente que elijas un soporte que resista un peso máximo mayor que el peso de tu TV.

Soporte de televisor fijo se trata del modelo más simple y económico y resulta muy fácil de instalar. En la parte posterior está equipado con una placa para poder colocarlo a la pared y de unos ganchos para fijarlo a la televisión. Es un soporte de televisión muy popular por su pequeño tamaño. Elegir su ubicación es importante, ya que la pantalla queda orientada en una única dirección.

Este soporte de TV es similar a una rejilla grande donde se coloca la pantalla plana y se fija a la pared. Además, reduce significativamente el espacio entre la pantalla y la pared. Es un soporte que ocupa bastante superficie pero se puede colocar sobre tabiques de cartón yeso. Dependiendo del modelo, el soporte de TV con raíl también puede ser inclinable. Es un modelo ideal para ocupar poco espacio.

Este soporte de TV puede inclinar y girar el televisor de acuerdo con el ángulo de visión deseado y gracias a un brazo articulado. Su placa de montaje en la pared tiene medidas variables y la longitud del brazo puede ser más o menos grande. Est etipo de soporte vale para todo tipo de televisor. Es ideal para espacios de gran tamaño donde se requiere que esté a disposición si nos movemos de lugar.

A la hora de adquirir uno u otro soporte debes fijarte un el modelo que se adapte a tu televisor y tenga los anclajes que correspondientes para el mismo. Es preferible optar por una pared de gran resistencia que soporte el peso del televisor. Además, contar con todas las medidas de seguridad, como es proteger las manos con guantes o proteger la pantalla del televisor.