Si la idea es comprar una TV 4K es importante tener en cuenta que si compramos una TV de 32 pulgadas, por ejemplo, no se va a notar gran diferencia con una TV Full HD. Para ver la nitidez y detalle que ofrece el 4K es clave que la pantalla sea grande. De 43 pulgadas en adelante, aproximadamente.

Además de la resolución, las pantallas de los Smart TV pueden ser LED, OLED o QLED. Estas denominaciones se refieren a los distintos tipos de ingenierías que se utilizan para ofrecer la imagen final. La más común de ellas es LED. Las otras dos son versiones más avanzadas y producen imágenes más brillantes y colores más profundos.

Cuantas más conexiones tenga una TV más dispositivos vamos a poder conectarle. Lo principal es que cuente con conectores HDMI. Son los más utilizados y eficientes para transmitir imagen y sonido desde una PC, notebook o Smart Box, por ejemplo. A su vez, también son importantes otro tipo de conexiones como son las USB, Bluetooth e, incluso, NFC.

La medida VESA es una característica importante a la hora de comprar una TV. Se refiere a la medida que posee el televisor para adosarle un soporte de pared. En general, las TV de 43 pulgadas suelen ser de 200 x 200 milímetros.

Si bien existen algunas marcas fabricantes muy conocidas como Samsung, LG y Philips, esto no quiere decir que no haya otras compañías que ofrezcan excelentes productos con resolución 4K. Entre ellas se destacan TCL, Noblex y Admiral.